Cada vez más clientes nos trasladan sus problemas derivados de los riesgos sísmicos, puesto que sus proyectos se enclavan en áreas muy activas sísmicamente, o son proyectos con muy baja tolerancia a movimientos sísmicos. Esta asesoría la llevamos a cabo de dos maneras en función del cliente y sus necesidades: o bien mediante el estudio de los datos de la red sísmica  correspondiente, o bien obteniendo datos de frecuencia natural in situ mediante la técnica Nakamura (o sísmica HVSR).

El único modo de reducir y limitar los daños sísmicos en un proyecto de ingeniería es conocer el comportamiento dinámico del terreno: su frecuencia natural de resonancia, rigidez y análisis modal.

Además es fundamental tener en cuenta el Efecto Sitio, ya que la gravedad de los daños suele estar relacionada con las amplificaciones locales debidas a las condiciones geológicas, geomorfológicas, hidrogeológicas y geotécnicas del emplazamiento. Estos factores determinan el contenido frecuencial de los movimientos superficiales y por lo tanto en la forma que adopta el espectro de respuesta, es decir, la forma en que un lugar vibrará al recibir la energía sísmica.

El terreno sobre el que se cimenta una estructura actúa como un filtro de frecuencias y cambia en gran medida la vibración que se transmite a la estructura. Esto puede ser especialmente importante en suelos blandos y suelos saturados, que tienden a amplificar los sismos con frecuencias predominantes bajas.

La técnica de Nakamura permite evaluar el efecto sitio y la clasificación sísmica de los suelos a partir de los periodos fundamentales de vibración del suelo obtenidos del análisis e interpretación de microtremores. Esta técnica consiste en calcular la razón espectral de la componente horizontal sobre la vertical (RHV) para establecer el periodo fundamental de vibración del suelo mediante el registro de microtremores. Es una técnica sencilla y de rápida aplicación que permite la zonificación de la frecuencia dominante (Hz) para conocer los efectos de sitio y la amplificación en suelos blandos, así como para confeccionar mapas de isoperiodos.